La mañana después de que termina una relación, te despiertas dos veces: una vez cuando abres los ojos y una vez cuando recuerdas que todo es diferente ahora.
La mañana después de que termina una relación, te despiertas dos veces: una vez cuando abres los ojos y una vez cuando recuerdas que todo es diferente ahora.
La mañana después de que termina una relación, te despiertas dos veces: una vez cuando abres los ojos y una vez cuando recuerdas que todo es diferente ahora.
La mañana después de que termina una relación, te despiertas dos veces: una vez cuando abres los ojos y una vez cuando recuerdas que todo es diferente ahora.
La mañana después de que termina una relación, te despiertas dos veces: una vez cuando abres los ojos y una vez cuando recuerdas que todo es diferente ahora.
La mañana después de que termina una relación, te despiertas dos veces: una vez cuando abres los ojos y una vez cuando recuerdas que todo es diferente ahora.
La mañana después de que termina una relación, te despiertas dos veces: una vez cuando abres los ojos y una vez cuando recuerdas que todo es diferente ahora.
La mañana después de que termina una relación, te despiertas dos veces: una vez cuando abres los ojos y una vez cuando recuerdas que todo es diferente ahora.
La mañana después de que termina una relación, te despiertas dos veces: una vez cuando abres los ojos y una vez cuando recuerdas que todo es diferente ahora.
La mañana después de que termina una relación, te despiertas dos veces: una vez cuando abres los ojos y una vez cuando recuerdas que todo es diferente ahora.
La mañana después de que termina una relación, te despiertas dos veces: una vez cuando abres los ojos y una vez cuando recuerdas que todo es diferente ahora.