no es cuestión de pensar y analizar el riesgo, sino de poner la mente en blanco, dejarse llevar y disfrutar de ese temblor que produce el temor o de esos latidos desordenados del corazón
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no es cuestión de pensar y analizar el riesgo, sino de poner la mente en blanco, dejarse llevar y disfrutar de ese temblor que produce el temor o de esos latidos desordenados del corazón
no es cuestión de pensar y analizar el riesgo, sino de poner la mente en blanco, dejarse llevar y disfrutar de ese temblor que produce el temor o de esos latidos desordenados del corazón