El error no fue enamorarse de él, sino no haber pensado en las consecuencias. Y es que, cuando te enamoras, existe la posibilidad de que te hagan daño. Ella lo sospechaba, pero no lo había vivido nunca.
El error no fue enamorarse de él, sino no haber pensado en las consecuencias. Y es que, cuando te enamoras, existe la posibilidad de que te hagan daño. Ella lo sospechaba, pero no lo había vivido nunca.