Para que puedas vivir un cuento de hadas, no necesitas un para siempre, un príncipe ni una princesa. Sólo necesitas dos personas que a pesar de todos los obstáculos y defectos, quieran seguir hasta el final.
Para que puedas vivir un cuento de hadas, no necesitas un para siempre, un príncipe ni una princesa. Sólo necesitas dos personas que a pesar de todos los obstáculos y defectos, quieran seguir hasta el final.
Para que puedas vivir un cuento de hadas, no necesitas un para siempre, un príncipe ni una princesa. Sólo necesitas dos personas que a pesar de todos los obstáculos y defectos, quieran seguir hasta el final.
Para que puedas vivir un cuento de hadas, no necesitas un para siempre, un príncipe ni una princesa. Sólo necesitas dos personas que a pesar de todos los obstáculos y defectos, quieran seguir hasta el final.