No me digas que no estoy sola, porque a las 3:27 a.m en la mañana de un viernes, cuando estoy hundida en la oscuridad, con la mente llena de pensamientos horribles, con mi almohada mojada de lágrimas. Me siento en la cama, miro en la habitación y la
No me digas que no estoy sola, porque a las 3:27 a.m en la mañana de un viernes, cuando estoy hundida en la oscuridad, con la mente llena de pensamientos horribles, con mi almohada mojada de lágrimas. Me siento en la cama, miro en la habitación y la
