Llega un punto en el que ya no quieres fiestear, donde prefieres a alguien con quien compartir una cena, una conversación o una buena película, donde prefieres pasar una bonita noche de besos que estar bien pedo en algún antro, donde llegas a ese punto
Llega un punto en el que ya no quieres fiestear, donde prefieres a alguien con quien compartir una cena, una conversación o una buena película, donde prefieres pasar una bonita noche de besos que estar bien pedo en algún antro, donde llegas a ese punto
Llega un punto en el que ya no quieres fiestear, donde prefieres a alguien con quien compartir una cena, una conversación o una buena película, donde prefieres pasar una bonita noche de besos que estar bien pedo en algún antro, donde llegas a ese punto