Aprendí a controlar mi tristeza mandándola al fondo de mi mente, con la esperanza de que acabara esfumandose, que desapareciera. Aprendí a fingir que ya se había ido.
Aprendí a controlar mi tristeza mandándola al fondo de mi mente, con la esperanza de que acabara esfumandose, que desapareciera. Aprendí a fingir que ya se había ido.
Aprendí a controlar mi tristeza mandándola al fondo de mi mente, con la esperanza de que acabara esfumandose, que desapareciera. Aprendí a fingir que ya se había ido.