El retrato de las seis (Minicuento). Me senté como cada tarde en mi mesa. Me atrevo a decir mi mesa, porque prácticamente me pertenecía. Desde que descubrí aquella cafetería, me apoderé de ella. La primera vez, saqué uno de los últimos lápices
El retrato de las seis (Minicuento). Me senté como cada tarde en mi mesa. Me atrevo a decir mi mesa, porque prácticamente me pertenecía. Desde que descubrí aquella cafetería, me apoderé de ella. La primera vez, saqué uno de los últimos lápices