¿Quién te enseñó que el valor de una mujer es la proporción de la cintura y las caderas? ¿La circunferencia de las nalgas o el volumen de los labios? Sus matemáticas son peligrosamente malas, su valor es nada menos que infinito.
¿Quién te enseñó que el valor de una mujer es la proporción de la cintura y las caderas? ¿La circunferencia de las nalgas o el volumen de los labios? Sus matemáticas son peligrosamente malas, su valor es nada menos que infinito.
¿Quién te enseñó que el valor de una mujer es la proporción de la cintura y las caderas? ¿La circunferencia de las nalgas o el volumen de los labios? Sus matemáticas son peligrosamente malas, su valor es nada menos que infinito.