Y no eran azules, verdes o siquiera claros. Pero tenían un brillo.... un brillo que los hacía únicos, los hacía los más bonitos... los hacía perfectos.
Y no eran azules, verdes o siquiera claros. Pero tenían un brillo.... un brillo que los hacía únicos, los hacía los más bonitos... los hacía perfectos.
Y no eran azules, verdes o siquiera claros. Pero tenían un brillo.... un brillo que los hacía únicos, los hacía los más bonitos... los hacía perfectos.